¡Bienvenidos a nuestro rincón de tradición y sabor, donde cada bocado cuenta una historia que se remonta a 1942! En el corazón de Granada, nuestro bar de tapas se erige como un testamento viviente de la pasión por la gastronomía y la autenticidad.
Desde nuestro primer restaurante en la calle Navas, donde mi padre ya servía sus primeras tapas, hasta el último, mantenemos la esencia en todos nuestros platos. Apostamos por una cocina tradicional y nativa que refleje el legado de generaciones dedicadas a la cocina con pasión y calidad.
Nuestra especialidad, el pescaíto frito, se ha convertido en una identidad que trasciende fronteras: China, Alemania, Japón, Francia … Cada bocado es una oda a la frescura del mar, capturando la esencia de la Costa del Sol en cada dorada porción. Cada plato es una invitación a explorar los sabores de Andalucía, un tributo a los ingredientes locales que se han perfeccionado a lo largo de los años.
En nuestros diferentes rincones, la hospitalidad fluye como el río Genil. Nos llena de alegría ver caras familiares que regresan una y otra vez, así como recibir a nuevos “vecinos” que buscan una experiencia gastronómica auténtica en los “bares de siempre”. Nuestra misión es crear un ambiente cercano donde te sientas como en casa disfrutando de la comida de siempre.
Nos enorgullecemos de ser un pedacito de Granada que trasciende más allá de nuestra provincia, llevando la esencia de nuestra tierra a cada comensal que cruza nuestras puertas. Os acogeremos siempre con la mayor hospitalidad y una gran sonrisa.
Todo el sabor del mediterráneo en unas tapas y raciones que no te dejarán indiferente. Descubre el pescado de siempre cocinado como nunca.
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